domingo, 5 de agosto de 2012

Existen entidades astrales parasitarias?. Parte II

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EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS PONE EN PELIGRO. Una conducta inconsistente y errática puede resultar del pase del control del individuo de una EAP a otra. Este tipo de comportamiento es similar al cambio que se produce entre personalidades alternas en los casos de trastornos disociativos de indentidad o personalidad múltiple.

Un individuo puede detectar un cambio repentino en algún aspecto de su personalidad, en sus intereses, sus inclinaciones, sus deseos, sus ideas y emociones, y sin poder explicarse la razón de semejante cambio. Puede que éste se deba a la interferencia de una o varias EAPs que se han adherido a la persona. En este caso los síntomas – que se manifiestan repentinamente, como salidos de la nada – pueden ser: la apremiante necesidad de consumir sustancias tóxicas, el inusual desarrollo de un acento extranjero o el conocimiento de otro idioma, patrones de conducta contradictorios, reacciones extrañas ante situaciones familiares, movimientos repetitivos de alguna parte del cuerpo tales como tics o temblores que escapan al control del individuo, síntomas físicos que no poseen una base orgánica, la pérdida del sentido de la identidad, la sensación de que un espíritu o alguna otra entidad ha tomado el control del cuerpo o la mente u ambos, cambios de personalidad –desde los más sutiles a los más obvios – después de haberse sometido a una cirugía, sufrido un accidente, pasado por una crisis emocional o al haberse mudado de casa. Una intrusión reciente o una posesión puede causar el deseo desmedido por la comida, las bebidas, las drogas, el sexo, la obsesión por una idea o una persona, el cambio repentino del sistema de creencias, de los intereses, de los gustos, etc.

La voz y las expresiones faciales y corporales también pueden cambiar drásticamente.

La realidad de las EAPs refuta el lema tan difundido en los últimos años por el movimiento de la “Nueva Era” de que “tú creas tu propia realidad”. Esto es una falacia peligrosa y puede desatar un verdadero caos psicológico en la mente de un individuo. A este respecto pueden leer el artículo de “Por qué TU NO creas tu propia realidad” por Moris Tarantella.http://quantumfuture.net/sp/pages/TE_Porque.html

Una persona que sufre la intrusión astral puede tener ideas suicidas que parecieran salir de la nada. Puede experimentar imágenes mentales inexplicables, oír voces, presenciar extraños fenómenos, sentir miedo repentino o tener la sensación de ser observada o perseguidas.

Las EAPs también se manifiestan en sueños y pesadillas. Una EAP puede reactivar la memoria de su muerte en la mente del huésped haciendo que éste tenga visiones o sueños con dicha escena. También puede generar emociones asociadas a lugares, situaciones, ideas u otras personas. Es muy importante tener en cuenta que antes de realizar cualquier terapia de vidas pasadas, el terapeuta debe diagnosticar la posible presencia de EAPs. Una terapia de vidas pasadas realizada sin esta precaución puede resultar en un completo fracaso para aliviar los síntomas del paciente, ya que podría estar tratando la vida de una EAP.

Una persona puede creer que está recordando sus otras vidas, cuando en realidad, son las de la EAP. Si realmente se trata de la vida del individuo, éste deberá recordar los acontecimientos que siguieron a la muerte, es decir, la luz, la transición a la 5ta densidad, su estancia allí, el proceso de la planificación de la nueva vida, la vuelta a la 3ra densidad, la entrada al cuerpo y el nacimiento. Si por el contrario, el individuo no tiene recuerdos sobre el proceso posterior a la vida, es probable que se trate de los recuerdos de la EAP.

La entidad ha quedado traumatizada por los hechos previos a la muerte por lo que los síntomas del paciente pueden ser los de la entidad. El terapeuta o la persona misma deberá cuestionar los recuerdos hasta encontrar la prueba de que estos son de la persona en cuestión y no los de una EAP. Por ejemplo, el tiempo o la época en la que transcurre la vida de la EAP pueden no ser los apropiados para los del individuo.

La EAP recordará la edad que el huésped tenía cuando ésta se le unió así como también las circunstancias de la intrusión. El propósito de la identificación de EAPs es la de liberar al huésped de los síntomas que le aquejan. No se trata aquí de resolver los problemas de la entidad al menos que sea necesario para que ésta acepte partir.


De lo contrario, la entidad debe resolver sus propios problemas durante la vida y no a través del cuerpo y el aparato psíquico de otra persona. La entidad debe ser liberada guiándola hacia la luz, el terapeuta o la persona que hace la liberación debe asegurarse de que la entidad caiga en buenas manos, es decir, que los guías que acuden a su encuentro provengan de la luz.

Es necesario explicarle qué es lo que va a ocurrirle de modo que se deshaga de los obstáculos que le impiden partir. Una espíritu humano descarnado puede no presentar tantos problemas como uno que tenga dentro de sí a una o varias entidades demoníacas o como una entidad demoníaca en sí misma Trastornos Disociativos de Indentidad o Personalidad Múltiple .


Podemos concluir que hay diversos factores que diferencian al Síndrome de Intrusión Astral del Trastorno Disociativo de Identidad.


Veamos un cuadro que resume estas diferencias. Trastornos Disociativos de Identidad (TDI) versus Síndrome de Intrusión Astral (SIA).


TDI SIA ·Los síntomas se inician en la infancia. Los síntomas visibles se dan, por lo general, entre los 20 y 40 años. La mayoría de los pacientes fueron víctimas de abuso durante la infancia. · Una Entidad Astral Parasitaria puede adherirse en cualquier momento de la vida del huésped, manteniendo una consciencia clara de su identidad, del momento en el que se unió al huésped y de la razones que la llevaron a dicha unión. Sin bien la salud mental, emocional o física del huésped, pueden influir en la atracción de la entidad, no juegan un factor determinante en la intrusión astral.


·La meta de la terapia es la integración de las distintas personalidades o al menos, la cooperación y co-consciencia. [Braun, 1986][*] ·En el SIA, sólo la liberación de la entidad produce el alivio de los síntomas. Por lo tanto el tratamiento de los conflictos de la entidad sólo se realiza como un medio para lograr su partida. El objetivo final es aliviar los síntomas del paciente. ·Las personas que sufren de este desorden padecen de amnesia durante el período de control de una de las personalidades.


·Por lo general, el huésped no presenta amnesia sino que más bien, se identifica con las conductas, las emociones y los pensamientos de la entidad, como si se tratara de los suyos propios. Sólo se produce amnesia en un caso de posesión total, lo que no es muy común. ·Dr Ralph Allison (1985)[*], que ha investigado en detalle el tratamiento del TDI, declara que muchos de sus pacientes con TDI, han demostrado síntomas de posesión. ·Después de liberada la entidad, el paciente notará el cambio en su modo de actuar, sentir o pensar. Puede incluso llegar a sentir alivio, como si un gran peso se le hubiera quitado de encima.


·Las personalidades toman completo control de la conducta del individuo, resultando en personalidades diferentes entre sí sin ser conscientes de la presencia de otras personalidades. · La entidad es consciente de que no se encuentra en su propio cuerpo. Por último, Allison (1980) describe numerosos casos de supuestas posesiones en pacientes con TDI.


Ha desarrollado un esquema conceptual que distingue cinco niveles o tipos de posesión:[*]

1 Neurosis compulsiva obsesiva.

2 Formas mentales y seres creados.

3 Un aspecto fragmentado de la mente del individuo.

4 Un espíritu descarnado que en algún momento tuvo su propio cuerpo humano. 5 Posesión demoníaca.


El difunto investigador de lo paranormal, Joe fisher escribió: “Todas las referencias que descubrí en lo que respecta a los espíritus descarnados parecían corresponder con el fenómeno de la canalización en general. Y cuanto más aprendía, más me parecía que los médiums estaban arriesgándose enormemente convirtiéndose en los inadvertidos cómplices de cuestionables atenciones por parte de los descarnados. Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de culturas hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión cercana a la Tierra.

Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de los muertos, habitado por aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes o egoístas. Afligidos por el ansia de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su apego a ingenuos y necesitados individuos Terrestres. Y así, se disfrazan de guías o maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos mentales son tan rápidos como maquiavélicos; sus ansias vampíricas de energía humana no tienen límites. Estos espíritus descarnados o, en términos Tibetano-Budistas, los pretas o “fantasmas hambrientos,” son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo.

Esclavizados de esta forma, la personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo, su memoria y su individualidad. He aquí el término “alma perdida,” una entidad residual que no es más que un cuerpo astral en espera.

Se condena a sí mismo a morir; ha elegido “una segunda muerte.” En su libro, El Cuerpo Astral, el teniente coronel Arthur E. Powell asevera que las entidades que se reúnen alrededor de los médiums o personas sensitivas son “gente que ha llevado una vida maligna y que se hallan llenos de deseos por la vida terrestre que han dejado atrás, y por las delicias animales que ya no pueden saborear directamente.”

Hoy en día, mucha gente arrastrada por la curiosidad y/o por la necesidad de una confirmación sobre la existencia del “más allá” o por la “búsqueda” de soluciones a sus vidas, entran en contacto con supuestos “guías” o “maestros ascendidos,” entregando así, a seres invisibles, su independencia mental, emocional y espiritual.

A causa de la ignorancia, las personas que practican el espiritismo, la canalización o que simplemente meditan para obtener ayuda de un “guía”, se convierten en presas fáciles de los fantasmas hambrientos de los que habla Joe Fisher en su libro. Sin mencionar el hecho de que el sistema de control utiliza estos medios para subyugar a aquellos con posibilidades de despertar, tenemos el problema de que las personas ingenuas e ignorantes no sólo atraen a espíritus descarnados de baja frecuencia vibratoria – o sea, a entidades que alguna vez han ocupado un cuerpo humano, que al morir no lograron elevarse hacia la luz y que deambulan por el plano astral – sino también a otro tipo de entidades, que nunca han sido humanos y que se conocen comúnmente como entidades oscuras o demonios. La muerte de Joe Fisher, posiblemente llevado a la desesperación por estas entidades o espíritus hambrientos, enciende la alarma en cuento a los contactos de este tipo.

La práctica de la magia ocultista (magick con ck) –cualquiera sea su forma, nombre o color, es una invitación abierta para dichas entidades. No existe tal cosa como la magia negra, blanca, étc. El comercio con entidades que hacen trabajos a cambio de favores se basan todas en el mismo principio de sometimiento del ser humano.

Los místicos y hombres de conocimiento han siempre advertido contra tales actividades. El verdadero buscador de la verdad espiritual sabe muy bien que la magia atenta contra el orden natural de las cosas y que aquellos que la practican son alimento de todo tipo de entidades que sólo buscan su propia satisfacción. Tanto brujos, practicantes de las ideas de la Nueva Era como los ingenuos que solicitan la ayuda de estas entidades a cambio de “favores,” ponen en peligro su integridad espiritual.

Los pactos con seres invisibles son en extremo peligrosos. Relatos de pacientes bajo hipnosis clínica revelan cómo puede ocurrir que al morir, las personas que realizan pactos con entidades invisibles en vida, pueden, al morir, encontrarse ante la terrible situación de verse atrapadas por las entidades oscuras que las esperan para darles la bienvenida en el plano astral, para cobrase sus deudas, sometiéndolas a la esclavitud y la servidumbre e impidiéndoles ascender hacia la luz.

Esto puedo parecer un poco extremo, pero las personas que se han dedicado a estudiar el tema de la entidades parasitarias (Spirit Attachements) y la gente que se dedica a la sanación energética responsable sabe que las entidades o parásitos astrales pueden perseguir a la esencia de una persona que ha practicado la magia ocultista durante numerosas encarnaciones.

La entidad espera, en el plano astral, a que la esencia encarne nuevamente. Es entonces magnéticamente atraída a ella una vez que está en el plano material. Deshacerse de una forma de energía de polaridad negativa puede ser muy trabajoso y es muy probable que requiera de la ayuda de una persona experta en el tema. Aquellos que practican la canalización (channelling) deberían leer todo el material posible al respecto antes de siquiera empezar a experimentar, además de estudiar muy bien sobre la variedad de seres que habitan en los reinos invisibles. Invocar a verdaderas entidades espirituales de altas esferas de consciencia no es tarea para cualquiera, ya que se requiere de mucha preparación, es decir, de una verdadera voluntad por conocer el universo –al Principio Creador – y de llegar a la verdadera evolución espiritual. Requiere de un gran trabajo tanto interno, de auto-conocimiento y de continuo cuestionamiento del material obtenido, como externo de lectura, estudio, investigación, étc. Las entidades de consciencia elevada sólo se acercan cuando la frecuencia vibratoria de la persona está en sincronía. A este respecto hay muchísima información en el material de La Onda, del Experimento Cassiopaea.

Es bueno tener cuidado con cualquier entidad, llámase “guía”, “ángel”, “maestro acendido”, “Jehová”, tenga el nombre que tenga. En los últimos 20 a 30 años se ha difundido mundialmente una corriente pseudo- filosófica religiosa llamada Nueva Era, que se ha usurpado ideas de la verdadera tradición espiritual para fines dudosos. Este movimiento fue y es una corriente de humo para adormilar a aquellas personas que, cansados del materialismo imperante impuesto por un régimen capitalista, positivista y racionalista, intentan buscarle sentido a sus vidas, entregando su credulidad y dinero a diversos “gurús” y “maestros” cuyo único propósito es enriquecerse a costa de la ingenuidad y buena fe ajena.

La Nueva Era ha contaminando diversas áreas del conocimiento “alternativo” – entre los que se encuentran el campo de la medicina natural y la psicología trans-personal. Muchas ideas propagadas por sus seguidores son peligrosas, ya que están diseñadas para atrapar a las personas que, aunque bien intencionadas, se entregan sin discriminación a cualquier creencia que les prometa mejorar sus vidas rápidamente y sin esfuerzo. En la primera parte de este trabajo hemos dicho que las entidades y los parásitos astrales “succionan” la energía de sus huéspedes.

Esto no significa que éstas sean la causa de una permanente falta de energía. Pueden ser una de las tantas razones, por lo cual es necesario asegurarse primero que no son otras las causas (Ej: yendo al médico para un chequeo completo, cambiando los hábitos alimenticios, desarrollando una actividad física o intelectual de agrado, étc). Claro está que el que haya una manifestación física de los síntomas, no significa que se deba descartar la posibilidad de que se trate de una entidad, sino que por el contrario, puede que sea una entidad la causante del problema físico. Pero cada caso es diferente y requiere de un seguimiento individual. Es interesante recalcar que, de acuerdo a la lectura seria disponible sobre el tema, los médiums experimentan grandes pérdidas de energía e incluso su salud física, claridad mental y emocional se ven deterioradas como resultado del contacto con entidades del “más allá” lo que es una clara muestra de que éstas se alimentan de la energía vital de los seres vivos.

Hay que recordar que, no importa quién sea la entidad –si un amigo, familiar, amante, étc. – o cuáles sean sus intenciones – si lo hacen por “amor” o por el bienestar del otro, o por brindarle compañía, apoyo, étc. – las entidades que se apegan al campo energético de un ser humano se alimentan de éste. La consecuencias de éste tipo de parasitismo energético puede afectar a la persona de diversas formas.

La absorción de energía puede afectar la realización del individuo llegando incluso a producir la enfermedad física o mental y hasta –en algunos casos- la muerte prematura. Las entidades parasitaria influyen en la vida de una persona pudiendo llegar a impedirle que cumpla con el plan realizado durante la etapa entre vidas. Si se trata de una entidad descarnada que ha sido humana, el coste de haber interferido con la vida del huésped será pagado como deuda kármica. Sin embargo, las EAPs, más exclusivamente, los espíritus de seres humanos difuntos, son almas confundidas que necesitan ayuda para poder “ver” su situación.

El rol del terapeuta que pone en práctica técnicas de liberación de entidades es ayudarlas a encontrar su camino, tratando en la medida de lo posible, de resolver los problemas que les impiden desbloquear la energía que les mantiene atados al plano terrestre. En su libro “Freeing the Captives,” –Liberando a los Cautivos- Louise Ireland-Frey explica que un acercamiento más suave, persuasivo, incluso con entidades fuertes y del tipo demoníacas, ha dado resultados positivos. Ella dice: “Entre los dos extremos [el de un acercamiento al estilo el exorcista y el estilo más terapéutico] se halla el del desafío, en donde el terapeuta es el que desafía, manteniendo a la entidad obsesiva en un modo defensivo, mediante el uso de preguntas y palabras fuertes, a la vez que mantiene un marco mental firmemente compasivo.

Estos métodos son útiles en muchos casos pero no cuando se trata de fuertes entidades oscuras, cuyo propio empuje verbal puede ser devastador para un terapeuta “meramente humano” haciéndole perder el equilibrio y permitiendo a la entidad oscura tomar la iniciativa”. No estoy de acuerdo con la autora en cuanto a las entidades de una fuerte polarización negativa, como lo son las demoniacas. Sólo personas de una gran integridad y pureza espiritual y que han sido entrenadas especialmente pueden realmente tratar con tales entidades. Si terapeutas como Louise Ireland-Frey o William Baldwin creen que pueden tratar con estas entidades demoníacas sólo a través del diálogo, es porque han caído en la trampa y han creído lo que estas entidades, sumamente engañosas, les han hecho creer. Generalmente, no es una sola persona la que trata con la entidad, sino varias que unidas trabajan en conjunto, apoyadas por entidades de consciencia superior del servicio a los demás (de la luz) para “liberar” a la persona del yugo de la entidad oscura. ¿San La Muerte?, No: un “preta” o espíritu hambriento. Quisiera llamar la atención del lector de un fenómeno que se está dando especialmente en la Argentina. Hace unos años empezó a circular un supuesto “santo” llamado “San La Muerte.” La creencia popular en esta figura se ha incrementado alarmantemente.

Lo curioso de este “santo” cuya figura es la de la muerte, es que otorga favores a cambio de otros favores concedidos por quien pide su intervención. Así las personas le ofrecen cosas, como ejemplo, tatuarse su imagen a cambio de que ésta entidad le otorgue trabajo, salud, amor, etc. Este es un claro ejemplo de una invitación a la posesión por entidades de fuerte polarización negativa (demonios). Al ofrecer algo a cambio de un favor el creyente se abre a la intrusión vampírica que no sólo puede afectar su vida personal sino la de aquellos que le rodean. La entrega del libre albedrío no es nunca negociable.

Las entidades de un nivel superior de consciencia de servicio a los demás nunca piden nada a cambio. Esto quiere decir que toda entidad que demande una promesa (sea un sacrificio, un ritual específico, etc.) a cambio de otorgar favores es una entidad negativa, del servicio a sí mismo. La entrada en un contrato semejante garantiza la captura espiritual del creyente, las consecuencias pueden ser devastadoras.

Notas y Bibliografía [1] The Siren Call of Hungry Ghosts, Joe Fisher, Paraview Press, 2001. [2] Pasaje del libro What becomes of the soul after death, del verdadero Sri Swami Sivananda, citado por Joe Fisher en su libro The Siren Call of Hungry Ghosts. [3] Freeing the Captives, Louise Ireland-Frey, M.D., Hampton Roads, 1999.

Enviado por Lida Spears





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VÍA TRABAJADORES DE LA LUZ

1 comentario:

  1. Muy buen y completo artículo, había abordado este asunto de una forma más breve en mi blog (http://www.vueloalalibertad.com/2014/06/20/cuando-el-diablo-esta-satisfecho-es-buena-persona/), pero este artículo profundiza y detalla muchas más cosas, muy interesante e importante tener en cuenta.

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