domingo, 29 de enero de 2012

QUEJÁNDOSE EN EL 2012...♥---por Gillian MacBeth-Louthan ...♥



Durante los últimos meses nos hemos visto inundados por personas gruñonas y quejosas. Tanto, que hicimos un comercial de radio para nuestra tienda acerca de eso. Yo trato de ver todo en mi vida como una bendición y un maestro, sin importar cuál sea la forma o el color del aprendizaje. Siempre me miro a mí misma primero para ver qué puedo estar reflejando de la persona/situación y luego hago todo lo posible, de la manera más humana, para bendecir a la persona y situación. Tener una tienda de muebles es como ir a la batalla al por menor todos los días (así es como se sabe que Dios tiene sentido del humor). La gente está enojada y molesta y se siente engañada. Todo el mundo está señalando con un dedo afilado, con cuatro dedos vueltos hacia sí mismos. Lenguas viperinas se han convertido en cucharas de servir, repartiendo justicia de una forma verbal tóxica.

Yo trato de culpar al clima, la luna llena, la política, el precio de la gasolina o la Bosa Nova, por las energías airadas del público. No importa lo que sea bueno, siempre hay algo malo. Agota verlo. Me esfuerzo mucho por mantenerme equilibrada en un lugar de armonía todos los días. Hago mis oraciones y recito mis mantras mientras voy conduciendo por las laderas de Smokey Mt.: tan pronto como llego al ‘mundo real’ comienza el paseo. Es como montar un toro con tacones y ponerse rímel con un par de mellizos en los brazos, preparando la cena para la familia política. Pararse en la luz en el centro de un circo de tres pistas no es para los de naturaleza débil.

El año 2012 es un punto de inflexión, no importa lo que se nos presente en cualquier nivel de la vida. Es un año para respetar y observar muy de cerca. Cada pensamiento cuenta. La luz y la oscuridad cuentan todos los votos y no estoy hablando de política. Cuando se quejan, están envenenando su futuro. Cuando vamos por ahí refunfuñando y quejándonos, estamos invitando a más de ese veneno en cada parte de nuestra vida. Cuando nos quejamos de un dolor, estamos invocando más dolor. Traten de hacer todo sin refunfuñar, sin encontrar fallas ni quejarse. Vean lo bueno en cada situación y sean agradecidos. Encuentren alguna razón en su día para estar agradecidos – esto les ayudará a diluir el tipo de quejas que genera veneno en su cuerpo y en su vida.

Siempre hay algo de qué quejarse pero hay que fijarse mucho para encontrar qué tenemos que agradecer. Vean lo bueno a su alrededor – sean el que hace la diferencia. Déjenle a Dios, al Universo, el luchar contra las injusticias. Hasta que estén en un punto de agradecimiento justo donde están, Dios no va a ayudar a cambiar esa situación. Sean agradecidos por lo que está bien en su vida en lugar de quejarse de lo que está mal en ella. Háganlo todo sin quejarse y encontrarán que la magia y los milagros en su vida se multiplican. Cuando estén afligidos o preocupados, de inmediato encuentren un punto de agradecimiento por algo en su vida. Esos pensamientos los llevarán a una vibración más elevada, que les ayudará y los llevará más allá de cualquier situación negativa. Miren el vaso medio lleno, no el agua derramada bajo el puente.

Gillian MacBeth-Louthan
PO Box 217
Dandridge, Tennessee
37725-0217
www.thequantumawakening.com

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